La Supervisión Escolar del municipio,
hoy Secretaría de Educación de Ipiales.
30 años: 1982 - 2012
hoy Secretaría de Educación de Ipiales.
30 años: 1982 - 2012
Artículo publicado en revista Estafeta de Pasto, n.° 82, agosto de 2012, 54 a 61
Otro de los logros de Bernardo Andrade Tapia es la creación de la Supervisión Escolar Municipal, hoy Secretaría de Educación de Ipiales, el 16 de agosto de 1982
Otro de los logros de Bernardo Andrade Tapia es la creación de la Supervisión Escolar Municipal, hoy Secretaría de Educación de Ipiales, el 16 de agosto de 1982
Uno
de los aspectos de más trascendencia en mi trayectoria como docente e
investigador, sin pretender escribir mis memorias, y a petición del señor
director de la revista Estafeta y otros amigos; es reseñar este tema de tanta
importancia para la historia educativa de Ipiales, que explica: cómo se logró
tantos beneficios con los mínimos recursos de entonces; además, por la
satisfacción de aportar mis capacidades en lo que por vocación es para mí: la educación
como formación del ser humano, hito del progreso de los pueblos.
Algo
decisivo fue obtener el título de Maestro Superior en la Escuela Normal
Nacional de Varones de Pasto, que entonces era difícil su ingreso por
las últimas estructuras en la formación de maestros, orientadores, forjadores
de la niñez y la sociedad; y dentro de los planes y programas del Plantel, era
obligatorio cursar sin interrupción de primero a cuarto, y profesionalizarse en
cuatro quimestres (quinto y sexto); realizar estudios especializados en
pedagogía, sociología, sicología, legislación escolar, didáctica general y
especial; observación y práctica docente dos años; exámenes: uno de
conocimientos generales de todos los grados cursados y otro de temas
pedagógicos. Además, pertenecer a un centro cultural, deportes, servicio social.
Participé en el Centro ‘Guillermo Valencia’, donde me inicié en la poemática,
oratoria, los ensayos, etc.; fui jefe scout (de exploradores): con el lema:
‘hacer el bien sin mirar a quien’; me integré a la cooperativa escolar, y al
grupo de atletas de la institución, acciones todas que me aportaron muchas
experiencias para mi vida futura.
Ya
en la actividad profesional y en los albores de la adolescencia, me inicié en
el periodismo, 1965, en la hora radial: Buenos
días, scouts de Colombia en Ecos de Pasto; en Ipiales en 1969, con los
programas: Aquí empieza Colombia,
como comentarista de opinión; y director: de Orientación Campesina y Nuevo
Amanecer en Emisora Cultural Bolívar, e Ideas
de carácter pedagógico en Radio Ipiales.
Desde
los primeros tiempos demostré mi formación académica: integré el Centro Cultural
Pedagógico, que otorgó el título de profesor municipal, útil para el escalafón,
en julio de 1968. Ya en la docencia en las escuelas del sector urbano de
Ipiales: Barrio Obrero, como iniciador; El
Charco; Tomás Arturo Sánchez, donde se dejó huella del quehacer pedagógico, en
las aulas escolares y la comunidad educativa, así: actos culturales en Navidad,
de la madre, del maestro, primeras comuniones, organizaba programas especiales,
deportes, concursos. La fundación del periódico El Escolar, boletines, murales; el escudo del Plantel; la
construcción del teatro en la ‘Tomás Arturo’, con idénticas características del
antiguo teatro ‘El Cid’, con la organización de colectas, rifas y toreo, en la
que participó con entusiasmo don Luis Freire, en la junta de padres de familia.
Se intentó, vender el área del Plantel, para una nueva sede, había 800 estudiantes,
no apoyaron la iniciativa. En ese tiempo, preparaba a los alumnos para el
ingreso a la educación secundaria, una especie de Icfes (1971-1975); que por los
requisitos, no había posibilidad para fundar un instituto de enseñanza, como
los que hoy proliferan en el país y en nuestro departamento.
La
resultante de esta valiosa actividad y entusiasmo, fue el nombramiento como
docente en el Colegio Seminario (1972). Continué con mis comentarios en la
Emisora, eso me valió mi retiro, porque ayer como hoy, enaltezco ‘la verdad sin
compromisos ni contemplaciones’ y mi actividad en el sindicalismo, máxime
cuando existen injusticias. Luego ejercí como profesor externo, en el área de
matemáticas en el Colegio Femenino San Felipe Neri, y algunos meses en el
Colegio Mixto San Felipe Neri, en primaria.
En
1972, colaboré en la organización del Sindicato del Magisterio Municipal de
Ipiales, de suprema importancia para la defensa gremial. Nunca dejé mi interés
por la investigación histórica, y analizando el vacío, las contradicciones en
este tema; la falta de conocimiento de la riqueza y extensión territorial de
Ipiales, recorrí a pie y en bicicleta muchos rincones regionales y publiqué el
primer Mapa físico-geográfico del
municipio de Ipiales (1974); con esta experiencia, realicé mapas: de Nariño, Túquerres, Pasto, Puerres,
Pupiales y Potosí, en una época donde el transporte era escaso, difícil y el
pasaje costoso. Con material suficiente, pretendí publicar: Conozcamos a Ipiales para segundo grado. Y me propuse publicar la
revista El Sur, que se quedó inédita,
el proyecto era imprimirla en Bogotá.
En marzo de 1973, escribí un artículo sobre el
Santuario de las Lajas, para el
periódico Correo del Sur, director
Claude Toulliou (el próximo año, celebran 40 años, y la premiación de
aniversario), se editaba en la tipografía Agualongo de don Alonso Estrella. Para
1976, en un viaje a Túquerres, y en mis lecturas de material regional,
vislumbré la importancia de esta comarca, y que no tenían nada compilado;
entonces publiqué: Túquerres: su
historia, su geografía, sus hechos y sus gentes (1976), y luego la Monografía del municipio de Ipiales, se editaron
3 ediciones en mimeógrafo; El Espectador,
marzo 30 de 1978, página 10A, comentó sobre estas publicaciones. También se
quedó inédita, la Guía económica,
profesional y turística de Nariño, 1976, y el folleto: Rutas, información turística y comercial, Pasto, Colombia.
Algo
especial y fruto de la Monografía de
Ipiales, dedicada a celebrar los 113o aniversario de la
Municipalidad de Obando, de las conferencias a los docentes, fue motivar al
gobierno local para que programe, desde
1977 esta efemérides de gran importancia regional, y que en el 2013 se cumplen
150 años, siendo gestor de esta iniciativa.
En
esta época (1976-1982), emprendí un ambicioso plan de trabajo, inicié la
preparación de varias publicaciones: Compendio
histórico-geográfico de los municipios de Nariño, 55 fascículos, serie: Historia de los pueblos. La educación
secundaria en Nariño, La provincia del Carchi, historia y geografía, Conozcamos
a Ipiales, Las Lajas, un milagro de Dios en el abismo, Cartas geográficas de
los municipios de Nariño, inéditos. En 1979, en Emisora Cultural Bolívar,
realizamos en varios domingos el programa ‘Tierra
Labrantía’, historia de los municipios y sitios de interés; en 1981, organicé
programas radiales por el centenario de Gualmatán como municipio; y en 1983, por
los 50 años de la muerte del héroe campesino José María Hernández. Todo lo
anterior, y como fruto de varios años de trabajo e investigación, quedan
infinidad de escritos, una biblioteca con autores locales y regionales, archivo
de material de consulta, que es un acerbo para realizar el proyecto del Diccionario de personajes, historia y
geografía del departamento de Nariño, y uno en especial para la exprovincia de
Obando.
Edité Ipiales, turístico y comercial en 1978,
primera guía en la región, que valió al autor el reconocimiento de El Espectador, en editorial del 3 de
mayo, página 2A. Este diario publicó la serie: Anatomía de regiones, y dedicó sus páginas del martes 23 de mayo de 1978, a Ipiales, reina del altiplano; para la ocasión colaboré al
arquitecto Alberto Mendoza Morales con la Cronología
histórica de Ipiales, quien amablemente resaltó mi aporte, el 22 de mayo
del mismo año, página 1A.
En
1979, publiqué el Álbum del Santuario de
las Lajas, señalando: ‘Las Lajas,
otra maravilla de Colombia y del mundo’. Luego, edité Semblanza de los carnavales de Ipiales, y en la última página, enfaticé
la posibilidad de que los municipios cercanos participaran en el carnaval de
Ipiales con carrozas, comparsas (hoy carnaval de la provincia); la idea se hizo
realidad en 1993, porque existía la Asociación de Municipios de Obando, la
participación y entusiasmo eran muy estrechos entre los alcaldes, primeras
damas y pobladores.
Luego
de alguna experiencia con una institución de educación no formal, fundé el
Centro de Capacitación Vocacional de Nariño en 1980, para dictar cursos de
mecanografía, modistería, primeros auxilios, etc., que en cierta manera fue el
germen del actual Insecol, porque el proyecto lo continuó la fundadora señora Mercedes
Solarte. En 1981, siendo secretario de la Asociación de Juventudes Cristo
Obrero, y ante la problemática de la Escuela de Artes, se solicitó una
reorganización del centro, entonces se gestó la iniciativa de crear un colegio
para la juventud de escasos recursos, tenían aulas propias, petición hecha al
señor alcalde doctor Oscar Portilla; quien observando mi liderazgo me nombró
como docente en la escuela rural mixta Santafé; donde se organizamos los
‘rincones escolares’, del programa Escuela Nueva; con esta metodología una
profesora de Iles, ganó el premio Compartir al Maestro en el 2010.
La creación de la
Supervisión Escolar Municipal
La
historia de la Supervisión data de 1982, y se originó en los cursos de
capacitación para los maestros municipales de Ipiales; donde se analizó la necesidad
de nombrar un supervisor de educación, quien se encargara de la orientación del
gremio: por la preparación y cantidad del personal al servicio del Municipio,
38% con básica primaria; por la inversión, 16.9% del total del presupuesto; por
la ubicación de las escuelas en zona de difícil acceso; por la implementación
del programa Escuela Nueva ya que Pasto no se hacía cargo; por los
nombramientos discriminatorios, y muchas veces injustos; y por los bajos
salarios que devengaban los docentes.
La iniciativa fue avalada por el Sindicato del
Magisterio Municipal de Ipiales, y aceptada por el alcalde doctor Oscar Ortega Portilla. Se hizo un concurso de
méritos, según parámetros del decreto no. 610 de 1980, para estos
eventos; se comisionó a funcionarios del entonces Distrito Educativo No. 3 de
Ipiales. Se presentaron dos candidatos, por 95 puntos, fue seleccionado el
docente Bernardo Andrade Tapia, y nombrado como Supervisor en comisión, por
decreto 101 de agosto 16 de 1982; fecha importante que se constituye luego, en
el origen de lo que hoy es la Secretaría de Educación Municipal de Ipiales.
Trabajé
sólo para la orientación de 65 profesores, que a mi retiro fueron 84; tenía una
oficina, escritorio, máquina de escribir, un estante, legajadores, la papelería
la compraba de mi sueldo; pero la jurisdicción a más del área rural y urbana de
Ipiales, se extendían a los 13 municipios de la ex provincia de Obando, por los
cursos de capacitación, visitas y comisiones ordenadas desde Pasto. Hoy la
Secretaría de Educación del municipio de Ipiales está certificada, su
organización administrativa cuenta con 33 personas, 880 docentes, 24 mil
estudiantes, y un presupuesto de $ 2 mil millones.
Desde
1982, cumplí una meritoria labor de “gestión, asesoría, orientación y control”
a los docentes municipales de Ipiales; se hizo el diagnóstico, un documento
valioso para la historia educativa local, se enfatizó en la capacitación, todos
los viernes de fin de mes con temas de interés pedagógico; se reorganizó el
personal, se adecuó la planta física de las instituciones , ‘que se
desmoronaban a pedazos, sin tableros, pupitres, ni material didáctico’; se implementó
el programa Escuela Nueva, con apoyo de la oficina de Pasto; se brindó asesoría
para obtener el escalafón docente y la profesionalización ante el Icfes, y la
Universidad a Distancia. El magister Francisco Montenegro Viveros autorizó al
Supervisor Municipal, para hacer la evaluación de las prácticas docentes a los
maestros que cursaban estos estudios, gesto que se lo agradezco con gratitud, hoy y siempre. Se gestionó ante la Asamblea de Nariño, la
departamentalización de las escuelas rurales del área fronteriza: Tumaco, Cumbal,
Cuaspud-Carlosama, Ipiales, ordenanza no. 018 de 1982, participé en
el diagnóstico. (El Tiempo, marzo 13 de 2012).
A pesar de los esfuerzos, hacía falta
más escuelas en Ipiales; entonces, se emprendió la fundación de 5, en zona
rural: Cutuaquer Bajo, la Floresta, El Mirador, El Azuay, y la Estrella (que
debe valorarse en toda su dimensión). Fue decisivo el apoyo, confianza y estímulo
del alcalde, señor Miguel Ángel Díaz, quien nombró por concurso a 3 maestros.
Se construyó un nuevo local en Chiranquer Alto. Se contaba entonces, con la
Junta de Educación integrada por: el
alcalde, secretaria, personero, tesorero, dos concejales y el supervisor; más
adelante se aprobó un reglamento y cronograma; a través de esta estructura se
cristalizaron varios proyectos educativos: capacitación, alza de salarios según
el escalafón; inventario, legalización
de escrituras y adecuación de los establecimientos educativos; celaduría, material
didáctico, pago de servicios públicos a las escuelas.
Inicié
la gestión para la creación del colegio ‘Cristo Obrero’ que luego la tomaron
otras personas. La distribución equitativa de los maestros, había docentes en
instituciones privadas; se solicitó la nacionalización de las plazas de
maestros municipales, hecho cumplido en 1994.
Por falta de profesores, se
contrató en la modalidad de apoyo con auxilio oficial a los padres de familia,
1984; luego directamente con los docentes, fueron 10 plazas. En general, se
impulsó la integración, solidaridad, convivencia, capacitación, cultura,
deportes, civismo y participación en todos los eventos programados para el
sector, cuestión difícil en esta época.
Gestor cultural, cívico
y comunitario.
Impulsé
por muchos años, el carnaval de Ipiales y de Nariño; se frustró la iniciativa
de publicar dos revistas de este tema, en 1980 y 1982. Se elaboró las primeras
bases del concurso del carnaval en sus diferentes modalidades. En 1984, con
motivo de la celebración de los 20 años
del Sindicato del Magisterio municipal de Ipiales, colaboré estrechamente en
la programación; publiqué la revista del Sindicato, con temas y fotos
interesantes; escudo y banderín del mismo. Se
creó la condecoración Hermano
‘Luis Gonzaga’ en reconocimiento a los docentes más destacados del Municipio.
También, publiqué la revista Ipiales 125
años, para dar a conocer una vez más, la importancia de la efemérides de la
Municipalidad de Obando, escritos que publiqué después en el Diario del Sur, y
Directorio Telefónico Anditek. En 1986, edité la revista Juan Pablo II, biografía y viajes, para Colombia, Ecuador y Venezuela,
fue comentada en el diario El País de
Cali, 9 de junio de 1986.
En
este año, inicié el estudio de factibilidad para crear el colegio San Lorenzo
en Yaramal, se hicieron encuestas y múltiples reuniones con la comunidad,
después quedó fácil su fundación. Igual ocurrió con la creación del colegio
Pérez Pallares; siendo presidente de la junta de padres de familia (1988-1993)
y con miras en este proyecto, a base de festivales, rifas y aportes,
construimos cuatro aulas, baterías sanitarias, oficina para el director,
remodelación y mural del salón de actos (pintura costumbrista, que lo destruyó
el primer rector); les quedó fácil a quienes se otorgan la fundación.
Nunca
descansé de las labores docentes (1982-1988), los sábados y domingos,
participaba en las mingas en las diferentes escuelas rurales, adscritas al
municipio; o dictaba conferencias a los alumnos de los colegios, escribiendo
decretos y discursos en las efemérides patrióticas, cívicas y sociales, en la
organización de los carnavales, de la municipalidad, etc.
En
vacaciones, en la estructuración de los cursos de capacitación a los maestros
municipales o departamentales; en los diagnósticos propios del trabajo, o
solicitudes del gobierno seccional o nacional en favor de la educación
municipal. En 1988, llegó la elección de alcaldes populares, Carlos Pantoja
Revelo, alcalde de Ipiales, y su secretario de gobierno Carlos Chaves Ortega,
dictaron el decreto no 51 de junio 7 de este año, por la cual me
separaron del cargo que venía desempeñando, a pesar de mis ejecutorias,
responsabilidad y trabajo, había intereses politiqueros y personales. La
certificación de la Oficina Seccional de Escalafón no 04 del 14 de
junio de 1988, dice: “En tal virtud el educador (Bernardo Andrade Tapia) goza
de los derechos y garantías de la carrera docente”; pero la ley del más fuerte,
de la arrogancia, (de la dictadura) e incomprensión, se impuso a pesar de las
reclamaciones de gremios, amigos, familiares, y del mismo interesado;
causándome un enorme daño en perjuicios morales, y en materia laboral y
pensional; a pesar de este atropello continué con mi trabajo cultural y con las
comunidades a quienes se favorecen de mis proyectos.
Hasta
aquí la primera parte de mis servicios al sector docente, a la cultura y la
comunidad (1968-1988)